Seguro que alguna vez te has levantado de la cama sin poder girar el cuello para un lado pero ¿sabes a qué se debe esta molestia? Este problema se conoce comúnmente como tortícolis, una afección muy común que puede afectar a personas de todas las edades.

En este artículo hablaremos de los motivos que la producen y te daremos algunos consejos muy útiles para poder aliviar este molesto problema.

¿Qué es la tortícolis?

Se trata de una contractura de los músculos del cuello, que se produce por muy distintas razones, se caracteriza por un dolor agudo en el cuello que limita la movilidad y puede extenderse a hombros y espalda e irradiarse incluso a la cara.

Síntomas de la Tortícolis

Entre sus síntomas podemos destacar:

  • Dolor localizado:en uno o ambos lados del cuello.
  • Movilidad restringida: la rigidez muscular limita el rango de movimiento del cuello.
  • Espasmos musculares: estos espasmos pueden ir acompañados de dolor.
  • Dolor referido: el dolor puede extenderse a hombros, espalda e incluso la cabeza, causando dolores de cabeza tensionales.
  • Síntomas parecidos a la migraña
  • Sensación de ardor
  • Postura anormal

Causas de la Tortícolis

  • Traumatismos: lesiones en la cabeza y en el cuello como latigazos cervicales, pueden dar lugar a tortícolis.
  • Tensión muscular: esta es la causa más común de la tortícolis, y puede ser debido a una mala postura, dormir en una  posición incómoda o realizar algún movimiento brusco con el cuello así como un “bloqueo” vertebral
  • Tensión emocional, estress: En situaciones de contractura el stress emocional puede ser el desencadenante de la tortícolis.
  • Problemas neurológicos: trastornos neurológicos como la distonia cervical pueden ocasionar contracciones musculares anormales en el cuello.
  • Congénita: algunos bebés pueden nacer con tortícolis por una mala posición en el útero o algún trauma durante el parto.
  • Otros factores: artritis, tumores, o desviaciones en la columna pueden causar también dolor y rigidez en el cuello.
Tratamiento para aliviar la tortícolis

Hay diversos tratamientos efectivos para aliviar la tortícolis, elegir uno u otro dependerá de la gravedad de los síntomas y de su causa.

  1. Fisioterapia

Sin duda, uno de los tratamientos más efectivos para aliviar la tortícolis es la fisioterapia, un fisioterapeuta puede diseñar un plan de tratamiento personalizado que puede incluir:

  • Ejercicios de estiramiento: ejercicios suaves para relajar la tensión de los músculos y mejorar el rango de movimiento.
  • Terapia con calor y frío: el calor puede relajar la tensión de los músculos y el frío reducir el dolor y la inflamación.
  • Terapia manual: la movilización y manipulación de los tejidos blandos y de las vértebras puede ayudar a relajar la tensión y mejorar la movilidad del cuello.
  • Masaje:  dentro de la terapia manual los masajes terapéuticos aliviarán también la tensión y mejorarán la circulación de la zona afectada.
  • Terapia con Radiofrecuencia: Corriente que utilizamos para calentar los tejidos profundos y reducir así el dolor y mejorar la movilidad.
  • Punción seca: Aplicada en los “puntos gatillo” consigue una reducción rápida del espasmo muscular.
  • Neuromodulación: combina la punción con agujas y la corriente para conseguir a través de la estimulación eléctrica una relajación en profundidad.
  • Electroterapia: la estimulación eléctrica de los músculos también ayudará a reducir la rigidez y por tanto, aliviar el dolor.
  • Medicación: En algunos casos, será necesario tomar medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación. Los analgésicos de venta libre pueden ser efectivos para reducir el dolor, pero siempre es mejor consultar al  médico sobre el uro de relajantes musculares o antiinflamatorios.
  • Autocuidado: Además de recurrir a un profesional, existen ciertos cuidados que se pueden llevar a cabo en casa para aliviar la tortícolis:
  • Descanso: evitar movimientos bruscos y descansar adecuadamente para reducir el dolor.
  • Ejercicios suaves: estiramientos suaves y ejercicios de fortalecimiento del cuello para mejorar la movilidad y evitar la rigidez.
  • Aplicar frío o calor: aplicar una bolsa de hielo o almohadilla térmica en el área afectada durante 15-20 minutos puede aliviar el dolor y la inflamación.
  • Postura: mantener una buena postura ayudará a prevenir que aparezca la tortícolis.
  • El ejercicio regular: un cuerpo flexible y fuere puede ayudarnos a no sufrir gran parte de las causas comunes a muchas lesiones de traumatología.

La tortícolis es una afección muy molesta para quien la padece pero tratable, puede  resolverse sola en unos pocos días o no. Es necesario acudir al fisioterapeuta si el dolor es severo y no mejora con los días, hay una gran pérdida de movilidad del cuello, suele aparecer de forma recurrente  y por supuesto acudir también con el médico si hay síntomas adicionales como fiebre, dolor en los brazos o dificultad para respirar.

En Mediterráneo Fisioterapia y Osteopatía  evaluaremos la causa subyacente a la tortícolis y te proporcionaremos un tratamiento eficaz para aliviar el dolor y prevenir futuras dolencias. 

Si experimentas alguno de los síntomas que hemos mencionado anteriormente, no dudes en consultarnos.