El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que forman una especie de «hamaca» en la base de la pelvis. Su función es esencial: sostiene órganos vitales como la vejiga, el útero y el recto, además de participar en funciones tan importantes como la continencia urinaria y fecal, la estabilidad postural, y la función sexual.
Cuando estos músculos se debilitan, pueden producirse síntomas incómodos y afectar significativamente la calidad de vida. En Mediterráneo Fisioterapia, tratamos este tipo de disfunciones desde un enfoque integral y personalizado.
Fisioterapia Suelo Pélvico Cartagena
¿Qué es un suelo pélvico debilitado?
Un suelo pélvico debilitado se refiere a la pérdida de tono, fuerza o funcionalidad de los músculos que lo conforman. Esta condición no afecta únicamente a mujeres tras el parto, sino que también puede presentarse en hombres, personas mayores o incluso en personas jóvenes con determinadas actividades o patologías.
El debilitamiento puede deberse a múltiples causas, y sus síntomas suelen aparecer progresivamente si no se trata a tiempo.
Síntomas de un suelo pélvico debilitado
Los síntomas de un suelo pélvico debilitado pueden variar en intensidad y frecuencia, dependiendo del grado de afectación. Algunos de los más comunes son:
- Incontinencia urinaria: es uno de los síntomas más frecuentes. Se presenta como pérdidas involuntarias de orina, especialmente al toser, reír, estornudar o hacer ejercicio. Este tipo de incontinencia se denomina incontinencia urinaria de esfuerzo.
- Sensación de pesadez o presión en la pelvis: muchos pacientes describen una sensación de «peso» en la zona baja del abdomen, especialmente al final del día o después de estar mucho tiempo de pie.
- Prolapso de órganos pélvicos: en los casos más avanzados, puede producirse un prolapso, que consiste en el descenso de los órganos pélvicos hacia la vagina o el ano. Es una condición que requiere evaluación especializada.
- Disfunción sexual: un suelo pélvico debilitado puede generar molestias durante las relaciones sexuales, disminución de la sensibilidad, disminución o pérdida de la erección o incluso dolor.
- Dolor lumbar y alteraciones posturales: como parte del sistema estabilizador del cuerpo, un suelo pélvico débil puede influir en la aparición de dolor lumbar crónico o problemas posturales, al no poder sostener adecuadamente el tronco.
Causas del debilitamiento del suelo pélvico
Existen múltiples factores que pueden contribuir al debilitamiento del suelo pélvico. A continuación, analizamos los más relevantes:
Embarazo y parto
Durante el embarazo, el peso del bebé ejerce presión sobre el suelo pélvico. Además, en el parto vaginal, los músculos pueden estirarse en exceso o lesionarse, especialmente si ha habido un parto instrumental o prolongado.
Cambios hormonales
Con la menopausia, la disminución de los niveles de estrógenos provoca una pérdida de elasticidad y tono muscular, afectando directamente al suelo pélvico.
Cirugías abdominales o pélvicas
Algunas intervenciones quirúrgicas, como la histerectomía, pueden debilitar la estructura de soporte muscular, favoreciendo la aparición de disfunciones pélvicas.
Estreñimiento crónico y malos hábitos posturales
El esfuerzo repetido al evacuar y una postura inadecuada pueden generar una presión constante sobre esta zona, debilitándola progresivamente.
Deportes de impacto o hiperpresivos
Actividades como correr, levantar pesas o practicar CrossFit sin una adecuada activación de la faja abdominal y el suelo pélvico pueden provocar o acelerar su debilitamiento.
Sobrepeso
El exceso de peso corporal incrementa la presión intraabdominal, comprometiendo la función de suelo pélvico a largo plazo.
Tratamiento fisioterapéutico para el suelo pélvico debilitado
La fisioterapia especializada es uno de los tratamientos más efectivos para recuperar la funcionalidad del suelo pélvico. Entre las técnicas más utilizadas se encuentran:
- Terapia manual masaje perineal: esta técnica mejora la movilidad y elasticidad de los tejidos, regula el tono muscular y es útil también durante el embarazo para preparar el periné para el parto.
- Ejercicios de fortalecimiento y relajación: se enseña al paciente a controlar y activar conscientemente los músculos del suelo pélvico, adaptando los ejercicios según la disfunción y evolución.
- Gimnasia hipopresiva y electroestimulación: la gimnasia hipopresiva tonifica la musculatura profunda del abdomen y suelo pélvico. La electroestimulación, por su parte, es especialmente útil en pacientes con dificultad para activar estos músculos de manera voluntaria.
En muchos casos, nuestros pacientes experimentan una mejora notable en pocas semanas, siempre y cuando exista constancia y compromiso en el proceso terapéutico.
Beneficios de la fisioterapia del suelo pélvico
- Mejora de la incontinencia urinaria: uno de los mayores beneficios es la reducción y control de la incontinencia urinaria, gracias al fortalecimiento muscular y la reeducación del patrón miccional. Esto impacta directamente en la autoestima y la calidad de vida.
- Reducción del dolor pélvico: mediante terapia manual y técnicas de relajación, la fisioterapia ayuda a reducir tensiones musculares y mejorar la circulación, aliviando el dolor pélvico crónico de forma efectiva.
- Control de los síntomas de los prolapsos: a través de ejercicios personalizados y educación postural, es posible retrasar o incluso evitar intervenciones quirúrgicas. El tratamiento mejora el soporte muscular y enseña al paciente cómo realizar sus actividades sin agravar la patología.
- Mejora de la calidad de vida en general: más allá del plano físico, la fisioterapia del suelo pélvico aporta bienestar emocional y mejora la vida sexual, lo que favorece una sensación de control corporal y confort diario.

¿Por qué acudir a un fisioterapeuta especializado?
La correcta evaluación y tratamiento de suelo pélvico requiere formación específica y experiencia clínica. No todos los síntomas que afectan esta zona tienen el mismo origen, y un enfoque incorrecto puede empeorar la situación.
Por ello, contar con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico marca la diferencia en el diagnóstico, en la calidad del tratamiento y en la evolución del paciente.
Si experimentas alguno de los síntomas mencionados o tienes antecedentes de parto, cirugías pélvicas o dolor en la zona baja del abdomen, no esperes más. En Mediterráneo Fisioterapia te ayudamos a recuperar el control de tu cuerpo con un enfoque profesional cercano y basado en la evidencia.